domingo, 11 de enero de 2009

Brinqué y caí

Brinqué y caí. Mi cabeza daba vueltas, era tan normal ya, esa sensación.
Brinqué mil veces más y caí.
El fondo era negro, húmedo. Me encontraba tendida en el suelo, no sentía ni mis manos, ni mis pies, ni mi cara, todo se confundía, como si mi cuerpo y el fondo fueran uno mismo. No me molesté en tratar de pararme, hace mucho me había resignado completamente al seguir viviendo, no recordaba nada de lo que había pasado, tampoco sabía cual era aquel lugar. Sabía que no había luz, sin embargo no me atreví a abrir los ojos. Tenía frío, mucho frío.
-¿En donde estoy?- pregunté en voz alta. Nadie contestó.
-¿Por qué estoy aquí?- nada.
De pronto sentí una brisa cálida, seguida de una muy gélida.
Estás sola.
He estado sola desde hace mucho tiempo. No es cierto. Claro que sí. Estas equivocada. Nunca escuchaste a nadie. No tienen por qué ayudarme, no lo merezco. Ellos te querían ayudar. ¿Para qué? Nada se puede hacer ya. ¿En donde crees que estás? No lo sé ¿muerta? Ojala estuviera muerta.

Me quedé tumbada largo tiempo, el dolor empezó a comer cada parte de mi cuerpo. No era como cualquier dolor, éste no se podía ignorar, como cualquier otro que sufría todos los días. Empecé a sentir mis piernas y mis brazos, me dolían. La cara, todo dolía.

Tus papás ¿te quieren mucho sabes? Te necesitan, tus hermanos, te necesitan, tus amigos, te necesitan. A todos los olvidaste. ¿O que se te olvidó como vivir? ¿Dónde están todos esos recuerdos? El cielo azul, los rojizos atardeceres, el viento en tu cara, la exquisitita música de la risa.
Lloraba.
Los besos, las caricias.
Lloraba.
El pasto verde, el calor de sol.
Lloraba.
Las sonrisas.
¿Por qué intentas ayudarme? Porque la vida puede empezar de nuevo.

Toqué mi cara, estaba húmeda, lastimada. Traté de secar las lágrimas. Recordé.
El día estaba soleado, el sol no me calentaba. Caminé hasta no sentir los pies.
Caminé hasta llegar a un lugar que llamaba “mi guarida”, donde nada ni nadie perturbaba mis pensamientos, aunque estos no fueran los más bellos.
Me senté ahí toda la tarde, pensando en todo lo que había desperdiciado.
Contemplé el viejo acantilado, ahora lo veía como mi mejor amigo.

¿Por qué comenzar de nuevo?
Por tu familia, por tus amigos, por el arte, por la música, por el mundo.
Por ti.

Escuché una voz apagada, no podía entender lo que decía. Es hora de brincar una vez más. ¿Brincar? ¿Hacia donde?
Hacia la vida.

Abrí los ojos por primera vez. Todo era una combinación de nuevos matices, blanco, azul. Una gran luz me cegaba.
Parpadeé unos instantes, hasta que todo pareció estar claro, había brincado, caí.
Estaba viva. Sonreí.


MusicPlaylistRingtones
MySpace Playlist at MixPod.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario